jueves, 29 de abril de 2021
miércoles, 28 de abril de 2021
DEL OTRO LADO DE LA VENTANA
Institución: Unidad Educativa Fiscal “Paquisha”
Estudiante: Nayely Stefanía Ontaneda Yoza
Curso y Paralelo: Primero “D” BGU
Del otro lado de la ventana.
Ella siempre miraba por la ventana, pero al ver sus ojos me di cuenta de algo asombroso, confirme por completo, que los ojos son la ventana del alma, porque aquellos ojos color marrón, tan brillantes y expresivos, me estaban contando la historia de cómo cambio su vida de un día a otro; me contaba de las melodiosas mañanas familiares tan alegres y divertidas, de amaneceres estudiando para completar sus metas, sus propuestas. Aquellos ojos contaban tantas cosas, tantas memorias guardadas; me contaba de las tristezas, la preocupación, la desesperación que vivía el país y también el mundo, de un virus mortal que obligó a todos a quedarse en casa, sin poder salir ni a la tienda, me contaba de las pérdidas numerosas que tuvieron millones de familias, de los miles de personas que fallecieron a diario, del dolor de cada madre. Padre y hermano; me contó que tuvo que salir huyendo de este virus, se fue huyendo de la muerte que estaba tan ansiosa allí afuera, huyó para proteger a su familia, tuvo que irse a un lugar menos contaminado, la gente estaba al tanto del virus pero no se encontraban tan asustadas, sin embargo no toda la tranquilidad, por las noches pasaban camiones llenos de cadáveres, había personas que se encontraban muertas en las calles, toda era una completa película, cuando quisieron hacer algo ya era muy tarde, ya el virus estaba en el lugar donde habitaba, contaba de los familiares que perdió, sus ojos se llenaron de lágrimas, lo cual causaba una tristeza demasiado inexplicable. Contó que extrañaba ir con sus amigos, oír pasar al señor de la avena polaca, la bulla que hacían los chicos en cada cuadra gritando un gol, la bulla de cada familia cuando se juntaban, también mencionó que extrañaba aquellos tiempos en los que para salir solo necesitábamos algo de dinero y la actitud, sobre todo; ahora necesitamos una mascarilla, alcohol o gel antibacterial.
Hoy por hoy aún duele todas aquellas pérdidas de nuestros seres queridos; aquellos ojos se volvieron a iluminar enormemente al decirme que la fe mueve montañas, y aunque el virus no se haya ido del todo, poco a poco está volviendo a la normalidad. Mientras la observaba pude sentirme agradecida con Dios porque mi familia se encuentra sana y salva; también pude ver y entendí la importancia de valorar a las personas que tenemos a nuestro alrededor.
DEL OTRO LADO DE LA VENTANA
Institución: Unidad Educativa Fiscal “Paquisha”
Estudiante: María Belén Zambrano Vélez
Curso y Paralelo: Tercero “E” BGU
DEL
OTRO LADO DE LA VENTANA
Ella simplemente miraba por la ventana, pero algo en sus manos me llenó de terror. Muchas personas me habían contado sobre ella, pero nunca la había visto, de pronto sintió mi presencia, me miraba fijamente a los ojos y quedé paralizada, vi sus manos nuevamente y me asombró su extremada delgadez, podía ver sus huesos pegados a la carne, tenía una apariencia espeluznante, mi corazón latía muy rápido, sentía que iba a morir si seguía así, tenía que calmarme, pero no podía, la situación era cada vez más tétrica, no sabía qué hacer, sentí que me iba a hacer algo, pero solo se fue sin dejar rastro. Estuve pensando en qué hubiera sido de mi si no se hubiese ido, me quedé paralizada y con mucho terror… después de unos minutos apareció de nuevo, pero la situación era diferente, empezó a hacer frío, pude notar que su propósito era congelarme, congelar a sus víctimas para después matarlas o cogerlas como esclavas, era su objetivo, fue en ese momento cuando escuché mi nombre a lo lejos y desperté muy confundida, todo parecía haber sido un sueño pero fue algo muy extraño, porque se sentía muy real, percibí claramente cómo me congelaba, pero luego dejé de pensar en eso y salí de casa como normalmente lo hago, sentí una presencia muy extraña, igual a la de esa chica misteriosa, de repente empecé a sentir frío, fue entonces cuando me desmaye, desde entonces no veo a mis padres…