Érase una vez hace mucho tiempo en el planeta endclock, existía un reinado de criaturas mitológicas, entre ellos: dragones y elfos. Pero estas dos civilizaciones no se llevaban bien, empezaron la guerra entre las dos razas. Los elfos con el poder mágico del bosque, los dragones con el poder del fuego, pero los primeros eran más fuertes y grandes de su planeta.
Mientras que los elfos una de las más débiles, tenían las de perder. El rey elfo lo sabía, por lo tanto pidió ayuda a las demás razas aun sabiendo que los elfos no se llevaban bien con ninguna, ya que siempre hacían bromas pesadas por lo que no eran muy queridas.
Ellos rechazaron su pedido, los elfos no se daban por vencidos, empezaron a robarles sus poderes. Cada una de las razas tenía una cueva donde dormir y una bola de cristal dentro del cual guardaban sus poderes y las usaban cuando necesitaban regenerarse después de un largo día de lucha o que estuvieran cansados, durante la noche iban de cueva en cueva para obtener poderes y hacerse invisibles, en el quinto robo fueron descubiertos por los gigantes.
De todas las razas excepto la de los elfos se aliaron para derrotarlos y desterrarlos de su planeta. Mientras los elfos planeaban la batalla contra los dragones las demás razas salieron y los sorprendieron luchando sin parar hasta que los elfos finalmente fueron derrotados, desterrados del planeta y de esta manera se fueron y no volvieron a ver el mágico planeta de ENDCLOCK.
Autor: Michael Jahir Pihuave Villigua.
Grado: 8vo EGB "F"
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