lunes, 4 de enero de 2021

Esta tarde vi llover

                                          “Esta tarde vi llover”

“Esta tarde vi llover”, era el estribillo de una canción que cantaba cada vez que se le venía a la mente, en las tardes soleadas o en las tardes nubladas, de cualquier día, de cualquier mes que marcara el calendario, allí en su hamaca, acostado mientras veía la televisión, haciendo cualquier cosa o simplemente nada, o en el portal, sentado en aquel tronquito de madera mientras dejaba morir el tiempo, mirando a todo aquel que pasaba de venida o de regreso.

“Esta tarde vi llover”, que ironía y no, no vio llover, porque la vida se le esfumó como relámpago antes que llegara el próximo invierno.

No, no vio llover, porque se cerraron sus ojos., se apagaron sus esperanzas, se terminaron sus fuerzas, se cansó de seguir luchando, sabía que su final se acercaba, lo intuía, dejó de dar sentido a sus rutinas, ya ni los partidos de futbol televisados le importaban.  Era septiembre medio día ¡cómo olvidarlo!, cuando se perdieron sus miradas mientras pronunciaba su nombre.

Solo una cosa le importaba, volver a ella, y esta vez para siempre pues desde su partida no pensaba en nada más que estar junto a ella, aquella mujer que ofrendó 40 años de su vida y le regaló un jardín de 7 flores y 5 claveles, él sabía que desde su partida ya nada era igual.

“Esta tarde vi llover”, y desde aquel entonces, el verá llover ese y muchos atardeceres a través de mí, yo seré sus ojos seré su aliento y al caer la lluvia le cantaré como él lo hacía, respiraré ese olor a libertad que deja la tierra mojada, degustaré la miel de aquellos atardeceres mágicos que se siente después de abrazar al viento, allí donde se confunde la brisa con las lágrimas al enjugar la cara.

Le contaré que alguien esperaba su regreso, estaré allí por él, por mí,  porque sigue viviendo en mí y yo necesito seguir viviendo en él.

¡Como olvidar su rostro!  yo lo miraba sonriente, queriendo entender y descubrir que seguía después del estribillo de esa canción, pero él me miraba y sonreía, mientras repetía “Esta tarde vi llover”

Hoy al contemplar aquella hamaca y mientras dibujaba su rostro en mi mente se venía a mi memoria aquella canción de Armando Manzanero que tanto le gustaba y entre risas y lágrimas la completé

“Esta tarde vi llover, vi gente correr y no estabas tú”

La otra noche vi brillar al mar oí cantar y no estabas tú

La otra tarde vi que un ave enamorada

daba besos a su amor ilusionada y no estabas tú” 

Entonces lo entendí y lo dejé ir……………

 

 
 
 

Autora: Silvia Trinidad Muguerza Quiroz

(INVITADA)

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